El esquema de facturación de las comunidades se basa en la asignación
de los volúmenes de agua consumidos por cada uso. Sin embargo, resulta
importante prestar atención a la otra parte de la facturación: las
derramas. Se entiende por derrama todos los conceptos de facturación que
no son proporcionales al volumen de agua consumida. Entonces, ¿a qué son
proporcionales? En general, se les hace proporcionales a la superficie
de cada uso agrario. Sin embargo, en este programa se permiten derramas
aplicadas a:
- La superficie de los usos agrarios.
- Cada usuario.
- La "superficie equivalente" asignada a cada uso no agrario.
De esta manera, se puede hacer pagar el agua de forma proporcional
a su importancia a los usos no agrarios que no disponen de contador.
Por otro lado, la complejidad creciente de las comunidades de regantes hace
necesario que cada derrama pueda ser aplicada a algunos usos en particular,
y no a todos. Estos usos se podrán seleccionar en función de la acequia o
tubería desde la que se rieguen, en función del sistema de riego e incluso
individualmente.
El sistema de gestión de derramas permite establecer una derrama para unos
determinados usos o usuarios y por una determinada cantidad por hectárea,
hectárea equivalente o persona, según sea el caso. Esta derrama será
facturada por la comunidad en el momento en el que se active el proceso de
facturación, que se describe a continuación.
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